Esos no son juegos
(%=Image(8749585,»L»)%)Terminó el campeonato de beisbol y con él entró en receso una tradición venezolana: las justas de disparates entre fanáticos de equipos rivales.
La cosa tiene carácter fático. Esta palabra murciélaga designa un tipo de discurso que no transmite información. Como el contrapunteo de los llaneros venezolanos, que canta y simula una discusión. Debatir sobre preferencias beisboleras es en Venezuela un ejercicio amoroso entre amigos, que se dan el permiso de insultarse sin consecuencias dañosas. Modo de confirmar cuánto te aprecio, amigo caraquista. Luego la felicidad toma otros rumbos.
Al estadio llegan grupos entretejidos de amigos, dos magallaneros, un zuliano, tres caraquistas y un pastoreño (los hay). Se caen a insultos fáticos de lo más ocurrentes, fingen imbecilidad, disfrutan el juego, comen tostones, beben cerveza, gritan, se emocionan, se aburren, comentan los lances con lucidez irresponsable y en esas horas la vida es buena. Así es nuestro fanatismo.
No sé si Manuel Caballero tiene otros defectos, pero el único que le conozco es su renuencia contumaz para reconocer que el Magallanes es la única institución humana que ha alcanzado la perfección. Hay dos cosas que me indignan: el fanatismo y las personas que no reconocen la excelsitud del Magallanes. Ah, que ganó el equipo de los pajarracos anómalos esos que le gustan a Manuel. ¿Y? ¿Qué importancia tiene ese detalle ante la magnificencia beatífica del Magallanes? ¡Faltaba más, Manuel! Eres muy capaz, porque te conozco, de servirte del argumento descabellado de la victoria como prueba de superioridad de los avechuchos rojos esos. Perdóname esa, pero mi preferencia por el Magallanes patentiza mi superioridad intelectual. No pienso discutirlo y mucho menos con personas cuya inferioridad intelectual las lleva a preferir otros equipos. Menos mal que tus ideas arbitrarias se limitan al estadio.
En la cancha todo disparate sale bien; no así fuera de él. Como en la política, en que se están diciendo los disparates más histéricos, como en el estadio. El caso preocupa. Lo he llamado ‘síndrome de las hipérboles acatarradas’, tomando un término del brillante columnista Clodovaldo Hernández en su artículo llamado así, “Hipérboles acatarradas”, del 11 de mayo del año pasado en El Universal. Néstor Francia lo llama ‘estupidez ilustrada’. No importa el nombre.
Otro eminente historiador dice que esto no va hacia una dictadura sino que es ya una dictadura. Me gustaría saber en qué libro de teoría política estudió ese historiador el concepto de dictadura, porque pienso en Franco, en Stroessner, en Pinochet, y no me sale la cuenta. Un periodista argentino me pregunta: “¿Y ese tipo está libre?”. Porque me han contado que bajo una dictadura cualquiera que tal dijera andaría exiliado, preso, clandestino o muerto. Hasta Tal Cual está declinando artículos llenos de “bilis”, como dice Teodoro, o sea, de convulsiones nerviosas.
Pero no hay que ser injustos: también los chicos del “Proceso” han dicho sus desatinos, como aquel concepto tan delicado de “predelincuentes” de Belisario Landis. O las frases célebres de Miquilena: “¿con qué se come la sociedad civil?”, por ejemplo. Un esfuercito y superan al estadio. Quizá ya lo superaron.
Están jugando a la pelota contigo y conmigo.
From: [email protected] (ebruzual)
To: <Undisclosed-Recipient:;>
Subject: Algo de suma gravedad: ¿Tal Cual comenzó a censurar?
Date: Mon, Jan 29, 2001, 8:22 PM
Pregunto ¿El Diario Tal Cual comenzó a censurar?
Aquí les mando copia de los cuatro mensajes: el primero mi respuesta a Teodoro después de leer los motivos que le llevaron a censurar “Chávez o lo que nada nos cuesta”. El segundo, con el artículo “Chávez o lo que nada nos cuesta” que debía ser publicado hoy 29 de enero de 2001. El tercero, con mi reclamo por haber sido la tercera vez que “Tal Cual” me suspendía o cambiaba un artículo. Cuarto, la respuesta de Teodoro.
Saquen ustedes amigos sus propias conclusiones, yo simplemente comienzo a temer por la libertad y el derecho a disentir.
Ese temor me da más fuerza para seguir.
Eleonora Bruzual
Primer Mensaje
—– Original Message —–
From: Eleonora Bruzual <mailto:[email protected]>
To: Teodoro Petkoff <mailto:[email protected]>
Sent: Monday, January 29, 2001 10:18 PM
Subject: Mucha suerte Teodoro, de verdad te la deseo.
Teodoro:
Tengo dos posibilidades: No responderte nada y evitar que una vieja amistad se pierda, y la otra, responderte, corriendo el riesgo que eso conlleva. Opto por la segunda, y para evitar extenderme o divagar, lo haré párrafo a párrafo.
“Estimada Eleonora: Creo que te debo una explicación, que he pospuesto demasiado tiempo. El artículo de noviembre no fue publicado porque excedía el límite que pedimos a nuestros colaboradores, de 2500 a 3000 carácteres con espacios. Cuando uno se excede invade el espacio de otros y nos crea un problema. Todos nuestros colaboradores, incluyendote a tí, están advertidos de esta condición. No hay razón alguna para privilegiar a unos por encima de otros.”
Jamás se me ocurriría pedirle a nadie privilegios que no me parece deba tener sobre otros que están en mi misma posición o lugar. Si algo me molestó, fue que no me comunicarán la suspensión de la publicación, cuando de sobra conoces que envío con anticipación el artículo, y pude reducirlo. Pero de verdad eso ya no tiene importancia.
“Lo del titular cambiado, francamente, no se a que se refiere. En todo caso, soy responsable, aunque sea por omisión.”
Se refiere simplemente a que mi artículo anterior, publicado el día quince de enero, llevaba el título: “En Pantaleta o calzoncillo…” y de manera arbitraría y sin siquiera participármelo, lo cambiaron a “Sainete”.
“El artículo de hoy no se publicó porque, perdoname, pero tiene demasiada bilis. Yo no soy propiamente un admirador de este gobierno ni de Chávez pero hay ciertos límites de mero buen gusto que quisiera respetar. Aprovecho para sugerirte un poco más de análisis y menos insultos. Casi todos nuestros colaboradores son muy críticos de Chávez y su gobierno, pero tratan de razonar, de argumentar, de polemizar.”
Desconocía las normas que has impuesto a la hora de escribir sobre Chávez y su gobierno, y también la manera absolutamente subjetiva que posee tu frase “tiene demasiada bilis. Yo no soy propiamente un admirador de este gobierno ni de Chávez pero hay ciertos límites de mero buen gusto”. Honesto habría sido definir primero que es “Demasiada bilis” y también que consideras tú que es “Buen gusto” al escribir. Y sobre todo, advertir que si mi manera de escribir y de expresarme, no cumplía con lo que tú consideras debe ser el estilo para tu sección de opinión, y para expresarse sobre este gobierno y su líder máximo -y que hasta hoy desconocía- estaría fuera. Es bien bueno conocer las normas, las restricciones y sobre todo las “Auto Censuras” que eviten malos ratos a los nuevos amos, y sobre todo les lleven a ser ellos los represivos. Siempre es mejor que sea otro, aunque ese otro jamás lo imaginemos haciéndole el trabajo sucio a nadie. Podría recordarte que en ese artículo que has censurado, hago un análisis y una comparación con otra “Revolución Cultural” de triste y dramática recordación, por suerte, hoy hay suficientes tribunas donde publicar ese texto, espacios donde se respeta la libertad de expresión, y se le permite a los adultos que escribimos, asumir con responsabilidad las consecuencias de esos artículos. Allí serán otros los que puedan decir si es analítico, polémico, racional, y si posee alguna que otra “Argumentación”. Sabes Teodoro, es bien riesgoso ser axiomático, más en este asunto de la opinión.
“Probablemente tienes razones para ese drenaje de arrechera cada vez que escribes, pero te aseguro que tus lectores te agradecerían un poco más de sobriedad. Creeme, en este periódico, donde no hay ni UN chavista, tus artículos no caen bien.”
Debo contestarte con un refrán que puso de moda un “Puntofijista”: Tarde piaste pajarito… Realmente no tenías por qué haber esperado tanto para decirme eso. Yo nunca fui a pedirte a ti espacios de opinión en tu periódico, Fuiste tú, cuando iba a salir “Tal Cual”, que me llamaste para que escribiera en él. Teodoro, no necesitas agredirme para justificarte, realmente puedo entender que no quieras tener problemas, pero que me digas esto ahora, es cómico y hasta ridículo. Escribo bien, soy concreta, uso el idioma correctamente, y si algo no me habían dicho jamás, es que no soy sobria. Quizá… como tampoco soy miedosa, jalabolas ni gobiernera. A Dios agradezco esas características, dan dividendos.
“De hecho, yo no hice sino aprobar la supresión de tu artículo de hoy, que ya había sido decidida por quienes estaban de guardia, tanta fue la molestia que les causó. Lo de la “mujercita” de El Salvador es imperdonable. Un poco más de compasión cristiana, por favor.”
Por favor te digo yo… “Compasión cristiana”, y sentido de la responsabilidad es la que deberías pedirle a un gobernante, a quien le debe ser obligante tener cuidado cuando expresa ciertos comentarios y con ellos puede fomentar actitudes y comportamientos nada beneficiosos, como es el caso de la promiscuidad o la paternidad y maternidad irresponsables, o en su momento, los comentarios sobre justificaciones a la delincuencia, o expresiones que alimenten odios y violencia. Por favor Teodoro, esto me parece tan absurdo, que mejor dejo las cosas hasta aquí. Aunque la “Amistad de siempre” obligue a la franqueza, mejor evito decir cosas que puedan resultar irreversibles. Simplemente te deseo suerte, y sobre todo, que esta decisión tuya, de evitarle a tu equipo y a otros “tanta molestia que les causo” con mis artículos, se te revierta en cosas buenas, en eso que el pueblo sabiamente recomienda cuando dice: ¡Que si no es honroso, que sea provechoso!
Mucha suerte Teodoro, de verdad te la deseo.
Eleonora
Segundo Mensaje:
—– Original Message —–
From: Eleonora Bruzual <mailto:[email protected]>
To: Tal Cual J. Conde <mailto:[email protected]>
Sent: Friday, January 26, 2001 11:19 AM
Subject: Artículo lunes 29 de enero de 2001
Estimados Javier y Gloria:
Aquí va el artículo para este próximo lunes. Por favor confirmen recibo.
Un saludo cordial y mi gratitud por la gentileza y amistad
Eleonora Bruzual
Tlfs 992 86 81 016 6 25 02 23
Chávez o lo que nada nos cuesta…
Por Eleonora Bruzual
El refrán dice que Lo que nada nos cuesta hagamos fiesta, y por ese mismo refrán comienzo a entender muchas de las actuaciones del Señor Presidente, eufórico porque una mujercita de El Salvador, a petición de Fariñas el del FUS, al que muchos llaman Fuuu, y cuyo chofer le estima altamente, en prueba de la necesidad de todo paupérrimo (Y de algunos nada paupérrimos también) de jalar mecate, le puso Hugo Rafael al carricito parido en pleno terremoto de El Salvador, y desde la trinchera que monta cada domingo para descabezar a quien ose oponerse a su Proyecto, le comunicó al país “Tengo un tocayo en El Salvador, Hugo Rafael, todos y Dios son el padre del pequeño, que nació sin padre reconocido o sea, que tiene su homónimo en ese pobre muchachito al que públicamente lo declaró Hijo de Todos, que es como decirle figlio di puttana ;¡Oh que horror!
Pero volviendo a la Generosidad con lo público, y mientras los Dignificados de Vargas siguen damnificados, ordena al Consejo de Ministros, que asignen presupuestos dirigidos a la construcción de infraestructura como construcción de centros de salud, escuelas y viviendas” en el país centroamericano. Este Chávez que cita de la Biblia lo que le conviene, y nunca recuerda al libro de Tobías, donde se dice que La generosidad entra por casa.
El Chávez de la Revolución Cultural esa que comanda un Revolucionario que dentro del más puro rasgo de la V República, utilizó a conciencia los reales del puntofijismo Implacable y cruel, vivió en Europa, aunque eso no le haya servido para ser un buen pintor, dirigió galerías, gozó de los favores que daba ser sigüi de Simón Alberto Consalvi, y resultar becado por aquel INCIBA que ahora vilipendia, pero que él como casi todos los nuevos paladines de esta Cultura no elitesca decretada por el Centauro de Sabaneta, exprimieron hasta dejarlo como bagazo de caña, para continuar chupando del CONAC al que ahora hacen cuartel de esta Revolución Cultural Proletaria, que ya vislumbramos igual de convulsa y destructiva que aquella que posiblemente los inspira, siendo como son Desenterradores de fantasmas y fracasos, y que en la China de Mao, en el año 1966, dio inicio al horror que el mundo conoce. Espinosa veo la ruta de la cultura venezolana, espinosa y peligrosa como parece ser la impronta que este gobierno pone a todo hecho cultural y educativo. Espinoza se erige como cabecilla de la versión sabanetera de lo que tiene que ser la Cultura, y comienza al son de Fiesta en Elorza, el desmembramiento de lo que Mao -uno de los Santos de la nueva clase gobernante- denominó Los cuatro viejos: las viejas costumbres, los viejos hábitos, la vieja cultura y los viejos modos de pensar.
Chávez y sus ineptos colaboradores desmantelan el país, Chávez el belicoso se pelea con todo ser viviente que no le ría sus chistes malos, Chávez como su Padre Existimativo que sin vergüenza alguna declara que mientras en los Estados Unidos, durante 42 años han existido diez presidentes, él, en ese mismo lapso, condena a una nación al imperio del totalitarismo, la tortura, la cárcel y el destierro, se cree dueño de Venezuela, apoya la narcoguerrilla colombiana, financia la agónica revolución cubana e importa sus fracasos y los convierte en leyes y políticas de estado aquí en nuestro país, abraza a Saddam Huseim, habla pestes del gobierno americano, y ahora comienza a mentar al presidente número 43 de Estados Unidos: Mi amigo Bush tan igualito a (%=Link(«/bitblioteca/cap/»,»Pérez»)%) en esto como en el desconocimiento de que a nivel mundial, ambos no eran y son más que unas caricaturas de lideres tercermundistas, ridículos, enloquecidos y disponedores.
Amigo es el ratón del queso, y esto sin duda lo estamos viendo en la Cultura murina que tratan de imponer los robolucionarios mandantes, término que pido prestado a honorables venezolanos pertenecientes a lo más positivo del mundo cívico militar que comienzan a alertar sobre lo que llaman Robolución.
Periodista
[email protected]
Tercer Mensaje:
—– Original Message —–
From: Eleonora Bruzual <mailto:[email protected]>
To: Teodoro Tal Cual Petkoff <mailto:[email protected]> ; Tal Cual J. Conde <mailto:[email protected]> ; Tal Cual Editor <mailto:[email protected]>
Sent: Monday, January 29, 2001 2:06 PM
Subject: ¿Qué diferencia existe entre Chávez y otros mal educados?
No puedo entender como no tienen la menor atención, primero para acusar recibo de un artículo de prensa, que lo envíe por esta vía y le pedí al señor Conde, me confirmara su llegada, y segundo, que ese artículo cada 15 días, debe ser un acuerdo respetado por ambas partes, y no sólo por los que lo escribimos, a veces con presión de tiempo, pero incapaces de incumplirle a lo acordado.
En noviembre pasado, no publicaron uno de mis artículos, y ni siquiera dieron disculpas. Hace quince días sin consulta alguna, cambiaron el título de mi artículo, ahora simplemente lo tiraron a una papelera. Realmente me siento irrespetada por ustedes, de quienes espero más cortesía y más respeto hacia los que sin interés alguno, hemos colaborado con ese periódico.
Si hay algo que resulta chocante, es la falta de reciprocidad, con quienes -sin pedir nada a cambio- y por pura amistad y simpatía, les mantiene un link en una Revista Electrónica, con auspicio de UNESCO, enlazada a Microsoft y su Enciclopedia Encarta, lo que hace que tengamos un tráfico de visitantes bastante significativo, y nada desdeñable, tanto nacional como internacionalmente. Esto lo menciono ahora, ya que en las dos pasadas circunstancias en las cuales me sentí irrespetada por ustedes, no dije nada, pero realmente, tres veces permite especular sobre lo poco que mis artículos y mi amistad le interesa a ustedes.
Por mi relación de muchos años con Teodoro, esperé que al igual que me solicitó mis artículos cuando abrió el periódico, de no interesarle más, me lo comunicara. Lamento mucho vuestro comportamiento, pareciera que en la V República, las buenas maneras y la cortesía son pecaminosas.
Eleonora Bruzual
——————————————————————————
“Mujeres del Tercer Milenio” Web Magazine
http://www.mujereslengendarias.com
http://www.mujereslegendarias.org.ve
Cuarto Mensaje
—- Original Message —–
From: Teodoro Petkoff <mailto:[email protected]>
To: [email protected] <mailto:[email protected]>
Sent: Monday, January 29, 2001 8:01 PM
Subject: RE: ¿Qué diferencia existe entre Chávez y otros mal educados?
Estimada Eleonora: Creo que te debo una explicación, que he pospuesto demasiado tiempo. El artículo de noviembre no fue publicado porque excedía el límite que pedimos a nuestros colaboradores, de 2500 a 3000 carácteres con espacios. Cuando uno se excede invade el espacio de otros y nos crea un problema. Todos nuestros colaboradores, incluyendote a tí, están advertidos de esta condición. No hay razón alguna para privilegiar a unos por encima de otros. Lo del titular cambiado, francamente, no se a que se refiere. En todo caso, soy responsable, aunque sea por omisión. El artículo de hoy no se publicó porque, perdoname, pero tiene demasiada bilis. Yo no soy propiamente un admirador de este gobierno ni de Chávez pero hay ciertos límites de mero buen gusto que quisiera respetar. Aprovecho para sugerirte un poco más de análisis y menos insultos. Casi todos nuestros colaboradores son muy críticos de Chávez y su gobierno, pero tratan de razonar, de argumentar, de polemizar. Probablemente tienes razones para ese drenaje de arrechera cada vez que escribes,pero te aseguro que tus lectores te agradecerían un poco más de sobriedad. Creeme, en este periódico, donde no hay ni UN chavista, tus artículos no caen bien. De hecho, yo no hice sino aprobar la supresión de tu artículo de hoy, que ya había sido decidida por quienes estaban de guardia, tanta fue la molestia que les causó. Lo de la “mujercita” de El Salvador es imperdonable. Un poco más de compasión cristiana, por favor. Con la amistad de siempre, que obliga a la franqueza, Teodoro
